El calor y la humedad tienen efectos negativos sobre el rendimiento deportivo, por lo que es necesario realizar un proceso de aclimatación antes de competir en estas condiciones. Aunque tradicionalmente los deportistas se han aclimatado realizando ejercicio durante varias semanas en un ambiente caluroso, estudios recientes sugieren que estrategias más prácticas como meterse en una sauna o bañarse en agua caliente tras los entrenamientos podrían ser también muy beneficiosas.