El problema creciente de salud pública que suponen los altos valores de sedentarismo y, por ende, de obesidad hace que se busquen nuevas estrategias que ayuden a revertir esta tendencia. El entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT, el acrónimo de High Intensity Interval Training) es una de las “herramientas” más estudiadas para luchar contra la obesidad, ya que amplifica los beneficios del ejercicio aeróbico “tradicional” en menos tiempo. Aunque el HIIT ha demostrado ser eficaz en la mejora de la composición corporal, la capacidad cardiorrespiratoria y el perfil lipídico, la evidencia en jóvenes con obesidad es todavía limitada.
Con el objetivo de estudiar los efectos del HIIT en esta población, un estudio1 reciente investigó los cambios que un programa de 12 de semanas de HIIT sin restricción calórica sobre la composición corporal y el perfil lipídico.
20 personas con obesidad fueron asignados aleatoriamente en dos grupos: grupo HIIT y grupo control (sin ninguna intervención de ejercicio). El programa de HIIT consistió en 3 sesiones de ejercicio a la semana con el siguiente protocolo de entrenamiento:

Los valores analizados antes y después del estudio fueron la capacidad aeróbica (MAV y VO2max), la composición corporal (IMC, circunferencia de la cintura y % de grasa) y perfil lipídico (triglicéridos, colesterol total, HDL y LDL). Tras 12 semanas de intervención, la composición corporal y la capacidad aeróbica mejoraron de manera significativa únicamente en el grupo que hizo HIIT. Además, el perfil lipídico mejoró también en este grupo, disminuyendo los valores de colesterol total y de triglicéridos.

Estos datos no hacen sino confirmar los beneficios del HIIT en la mejora de la salud, incluso sin un descenso de las calorías ingeridas. Una correcta planificación que incluya entrenamiento de alta intensidad, además de control nutricional, puede ser una estrategia muy efectiva a la hora de enfrentarse a un programa de pérdida de peso y de mejora de la salud.
Referencia:
- Khammassi, M. et al. Impact of a 12-week high-intensity interval training without caloric restriction on body composition and lipid profile in sedentary healthy overweight/obese youth. J Exerc Rehabil 14, 118–125 (2018).