Estudios preclínicos han demostrado que el ejercicio aeróbico produce cambios en los sistemas opioide y dopaminérgico reduciendo el consumo de drogas (nicotina, cocaína, metanfetamina, morfina y heroína), así como la recaída tras un periodo de abstinencia. Sin embargo, hay pocos estudios que hayan evaluado el entrenamiento de fuerza y su relación con el consumo de drogas y los centros de placer.
Una investigación publicada en Psychopharmacology [1] ha investigado los efectos del entrenamiento de fuerza sobre el consumo de heroína y la expresión de genes conocidos por mediar en el refuerzo de los opioides y el comportamiento adictivo en el núcleo accumbens (NAc) de ratas. Para ello compararon dos grupos de estudio: ratas sedentarias y ratas que hicieron ejercicio de fuerza subiendo una escalera vertical con un chaleco lastrado. A todas ellas se les implantó un catéter intravenoso y se les entrenó para que se auto administrasen heroína.
Los resultados mostraron que el ejercicio de fuerza disminuyó significativamente el consumo de heroína, dando como resultado un descenso en la curva dosis-efecto (figura 1). También, redujo la expresión de ARNm para los receptores opioides mu y los receptores de dopamina D1, D2 y D3 en el NAc. Estos receptores tienen implicaciones en procesos de alivio del dolor y del placer. Además, el ejercicio de fuerza consiguió aumentar una familia de proteínas que favorecen la supervivencia de las neuronas, el factor neurotrófico derivado del cerebro en el NAc.
Figura 1. El ejercicio de fuerza disminuye el consumo de heroína. Dosis-respuesta de la administración de heroína en ratas sedentarias y ratas que hacían ejercicio. El eje vertical indica el número de administraciones en sesiones de 2 horas. El eje horizontal las dosis de heroína en mg/kg/infusión.
Estos datos indican que el entrenamiento de fuerza puede disminuir los efectos de refuerzo positivo de la heroína, produciendo cambios en los sistemas opioide y dopaminérgico de ratas expuestas a heroína. Sabiendo que hay modelos en los que tanto el ejercicio aeróbico como el de fuerza disminuyen el consumo de drogas, se deberían estudiar intervenciones en las que mediante programas que incluyan actividad física se luche contra problemas de adicción.
REFERENCIA
[1] M. A. Smith, G. E. Fronk, J. M. Abel, R. T. Lacy, S. E. Bills, and W. J. Lynch, “Resistance exercise decreases heroin self-administration and alters gene expression in the nucleus accumbens of heroin-exposed rats,” Psychopharmacology (Berl)., vol. 235, no. 4, pp. 1245–1255, 2018.