La pérdida de masa muscular, la baja densidad muscular y el exceso de grasa se asocian con un aumento de la mortalidad en pacientes con cáncer de mama no metastásico. Un estudio que analizó a 3.241 mujeres con cáncer de mama estudió la relación entre la composición corporal en el momento del diagnóstico con la mortalidad durante la enfermedad. En el momento del análisis, un 34% de las pacientes tenían sarcopenia y un 37% baja densidad muscular. Es decir, una de cada tres pacientes de cáncer de mama tienen poca masa muscular en el momento del diagnóstico.
Los resultados mostraron que las pacientes con sarcopenia tuvieron mayor mortalidad (41%) que las que no tenían. Tener mayor grasa total también se relacionó con una mayor mortalidad (35%). Además, aquellas que tenían sarcopenia y mayor grasa total presentaron un 89% más de riesgo de mortalidad que las pacientes sin sarcopenia y con valores normales de grasa.
Por lo tanto, preservar la masa muscular debe ser un objetivo prioritario durante el tratamiento en pacientes con cáncer de mama. Por ello, el entrenamiento de fuerza y una dieta adecuada deberían ser herramientas a tener en cuenta para mejorar la composición corporal durante la enfermedad y reducir así el riesgo de mortalidad.

Referencia:
- Caan, B. J., Feliciano, E. M. C., Prado, C. M., Alexeeff, S., Kroenke, C. H., Bradshaw, P., … & Chen, W. Y. (2018). Association of muscle and adiposity measured by computed tomography with survival in patients with nonmetastatic breast cancer. JAMA oncology, 4(6), 798-804.