Los tratamientos contra el cáncer pediátrico han mejorado considerablemente en las últimas décadas, lo que se ha traducido en un aumento sin precedentes de la tasa de supervivencia general a 5 años, situándose en la actualidad en torno a un 80-85%(1,2). Sin embargo, a pesar de estos avances en los tratamientos, los niños con cáncer a menudo experimentan efectos adversos relacionados con la enfermedad, muchos de los cuales pueden persistir incluso una vez finalizado el tratamiento. Por ejemplo, se ha descrito que, años después de completar el tratamiento médico, los supervivientes de cáncer pediátrico tienen una peor función ventricular izquierda, niveles más bajos de colesterol HDL y mayor adiposidad central en comparación con población sana (Figura 1) (3). Ante este panorama, resulta necesario desarrollar abordajes que puedan atenuar los efectos adversos asociados al tratamiento y al propio cáncer desde el momento del diagnóstico.

Cada vez hay más evidencia de que el ejercicio físico, que tradicionalmente se ha visto como una simple herramienta que mejora la calidad de vida de los pacientes, es completamente seguro (4), y podría ayudar a reducir los efectos secundarios relacionados con los tratamientos contra el cáncer pediátrico – aumentando por ejemplo el rendimiento físico (5,6). En este sentido, estudios realizados por los miembros de Fissac han mostrado el rol cardioprotector que desempeña el ejercicio frente a las antraciclinas (uno de los fármacos más utilizados dentro de los tratamientos contra el cáncer pediátrico debido a su efectividad, pero que presenta un alto riesgo de cardiotoxicidad) (6,7). Resultan relevantes los hallazgos encontrados recientemente al evaluar los efectos del entrenamiento intrahospitalario sobre la función cardiaca, evaluada a través de ecocardiografía, en 169 niños con cáncer (leucemias y tumores sólidos) (7). El programa de entrenamiento combinó ejercicio cardiovascular y de fuerza (2-3 días a la semana), todo ello supervisado por un entrenador especializado, realizándose durante toda la fase aguda del tratamiento. Interesantemente, encontramos que la función del ventrículo izquierdo (valorada como fracción de eyección y de acortamiento) empeoró al finalizar el tratamiento en el grupo control respecto a la que tenían en el momento del diagnóstico del cáncer, mientras que se mantuvo estable en el grupo que había realizado ejercicio durante el tratamiento. Sin embargo, el efecto cardioprotector del ejercicio sobre la función cardiovascular desapareció cuando los niños dejaron de entrenar, lo que apoyaría la necesidad de mantener esta intervención a largo plazo. Además, un resultado relevante fue el menor número de días de hospitalización que tuvieron que soportar los niños que realizaron ejercicio, lo que a su vez supuso un ahorro económico de ~17% en los gastos hospitalarios respecto a los controles (Figura 2).

El ejercicio físico, un tratamiento más contra el deterioro de la función cognitiva
Otra de las principales preocupaciones para los supervivientes de cáncer pediátrico una vez completado el tratamiento médico – especialmente, aunque no sólo, los tratados por tumores cerebrales – es el riesgo de deterioro de la función cognitiva, con la consiguiente disminución del rendimiento académico, social y laboral futuro (8). Nuevamente la evidencia respecto a un efecto protector del ejercicio sobre el rendimiento cognitivo es cada vez mayor. De hecho, ha sido publicado recientemente en la prestigiosa revista The Lancet Child & Adolescent Health un meta-análisis abordando los efectos del ejercicio físico sobre la función cognitiva en supervivientes de cáncer pediátrico (9). El estudio, que incluyó más de 1200 niños que de media habían terminado el tratamiento hacía ~2 años, concluyó que el ejercicio mejoró el rendimiento académico en esta población comparado con seguir los cuidados habituales o no realizar ninguna intervención específica.
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Conclusiones
La evidencia, aunque preliminar en muchos casos, respalda los numerosos beneficios del ejercicio regular – sin contraindicaciones importantes en general – a lo largo de todo el continuo del cáncer infantil (durante y una vez finalizado el tratamiento). De hecho, el ejercicio podría servir como tratamiento coadyuvante (es decir, complementario) para atenuar los efectos adversos relacionados con el cáncer (Figura 3).

Referencias:
1. Ward E, DeSantis C, Robbins A, Kohler B, Jemal A. Childhood and adolescent cancer statistics, 2014. CA Cancer J Clin. 2014;64(2):83–103.
2. Miller KD, Fidler‐Benaoudia M, Keegan TH, Hipp HS, Jemal A, Siegel RL. Cancer statistics for adolescents and young adults, 2020. CA Cancer J Clin. 2020;70(6):443–59.
3. Morales JS, Valenzuela PL, Rincón-Castanedo C, Santos-Lozano A, Fiuza-Luces C, Lucia A. Is health status impaired in childhood cancer survivors? A systematic review and meta-analysis. Crit Rev Oncol Hematol. 2019;142(July):94–118.
4. Gauß G, Beller R, Boos J, Däggelmann J, Stalf H, Wiskemann J, et al. Adverse Events During Supervised Exercise Interventions in Pediatric Oncology—A Nationwide Survey. Front Pediatr. 2021;9.
5. Morales JS, Valenzuela PL, Rincón-Castanedo C, Takken T, Fiuza-Luces C, Santos-Lozano A, et al. Exercise training in childhood cancer: A systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials. Cancer Treat Rev. 2018;70:154–67.
6. Morales JS, Valenzuela PL, Herrera-Olivares AM, Baño-Rodrigo A, Castillo-García A, Rincón-Castanedo C, et al. Exercise Interventions and Cardiovascular Health in Childhood Cancer: A Meta-analysis. Int J Sports Med. 2020; 41:141–53.
7. Morales JS, Santana-Sosa E, Santos-Lozano A, Baño-Rodrigo A, Valenzuela PL, Rincón-Castanedo C, et al. Inhospital exercise benefits in childhood cancer: A prospective cohort study. Scand J Med Sci Sport. 2020 Jan 1;30(1):126–34.
8. Mulhern RK, Butler RW. Neurocognitive sequelae of childhood cancers and their treatment. Pediatr Rehabil. 2004;7(1):1–14.
9. Bernal JDK, Recchia F, Yu DJ, Fong DY, Wong SHS, Chung P-K, et al. Physical activity and exercise for cancer-related cognitive impairment among individuals affected by childhood cancer: a systematic review and meta-analysis. Lancet Child Adolesc Heal. 2022.
10. Fiuza-Luces C, Valenzuela PL, Morales JS, Lucia A. Childhood cancer: exercise is medicine. Lancet Child Adolesc Heal. 2022.