La llegada de la era tecnológica ha supuesto múltiples beneficios para la sociedad a nivel de mejoras en las comunicaciones, aumento de la productividad laboral, avances en los equipos de prevención y diagnóstico clínicos,… Sin embargo, también ha traído consigo un incremento en el tiempo que pasamos en sedestación.
El gasto energético (GE) estando sentados se considera cercano a nuestro metabolismo basal, es decir, aproximadamente 1.5 METs, mientras que realizar actividad física moderada-vigorosa (MVPA) implica un GE superior a 3.5 METs. Sin embargo, reducir los comportamientos sedentarios a través del aumento de las horas de actividad física no siempre es posible. Incluso puede darse el caso de personas que realicen los 150 minutos semanales de MVPA que se recomiendan como mínimo y aún así tener un estilo de vida sedentario, ya que el resto del tiempo lo pasan sentados delante de un ordenador.
El concepto de termogénesis por actividad sin ejercicio (non-exercise activity thermogenesis, NEAT) ha tomado especial relevancia en los últimos años, ya que aumenta el GE y, con ello, previene la obesidad (1, 2). La NEAT se produce con movimientos y actividades de baja energía que realizamos a lo largo del día, con un gasto metabólico mayor de 1.5, pero menor de 3.5 METs, por lo que representan un determinante clave del GE diario. Así, estar de pie sería un ejemplo de NEAT. Varios estudios han sugerido que el GE estando de pie es significativamente mayor que estando sentados. Por el contrario, otros han refutado la validez de dicha teoría. Por ello, un meta-análisis (3) ha tratado de resolver esta dicotomía analizando la diferencia en el GE que se produce entre estar de pie y sentado.
Los resultados arrojaron una diferencia media de 0.15 Kcal/min entre permanecer de pie y estar sentados, siendo el GE de 1.47±0.33 Kcal/min en el primer caso y de 1.29±0.24 Kcal/min en el segundo. Un sub-análisis evaluó el GE de forma separada para hombres y para mujeres, siendo en ambos casos mayor cuando se estaba de pie (una diferencia media de 0.19 Kcal/min para ellos y de 0.1 Kcal/min para ellas). De forma práctica, si una persona de 65 kg que pasa 6h en una oficina sentado delante de un ordenador, trabajara de pie, y suponiendo que no modificase su ingesta energética, aumentaría su GE en 54 Kcal/día, lo que se traduciría en una pérdida de 2,5 kg de masa grasa en un año.
Por tanto, a la vista de los resultados hallados, estar de pie representaría efectivamente mayor GE que estar sentado, por lo que posiblemente sea el ejemplo más simple y factible a la hora de incrementar el GE. En resumen, permanecer de pie se podría considerar una estrategia válida frente a los diferentes comportamientos sedentarios, aumentando el GE y, con ello, reduciendo el riesgo de obesidad y otras condiciones cardio-metabólicas.
Referencias:
- Levine, J. A., Eberhardt, N. L., & Jensen, M. D. (1999). Role of nonexercise activity thermogenesis in resistance to fat gain in humans. Science, 283(5399), 212-214.
- Villablanca, P. A., Alegria, J. R., Mookadam, F., Holmes Jr, D. R., Wright, R. S., & Levine, J. A. (2015, April). Nonexercise activity thermogenesis in obesity management. Mayo Clinic Proceedings, 90(4): 509-519.
- Saeidifard, F., Medina-Inojosa, J. R., Supervia, M., Olson, T. P., Somers, V. K., Erwin, P. J., & Lopez-Jimenez, F. (2018). Differences of energy expenditure while sitting versus standing: A systematic review and meta-analysis. European Journal of Preventive Cardiology, 25(5), 522-538.