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1 julio, 2024

La alianza metabólica: el ejercicio y la farmacología podrían revolucionar el manejo de la obesidad
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Photocredit: Imagen creada con AI y Photoshop

¿Y si el peso no fuera el indicador más crucial de nuestra salud? ¿Es posible que estemos invirtiendo nuestra energía y atención en el objetivo equivocado? Estas inquietudes abren un debate fundamental en el campo de la salud y bienestar, especialmente cuando exploramos el impacto de los avances farmacológicos en nuestro metabolismo. La pérdida de peso es solo la punta del iceberg; lo que sucede a nivel metabólico podría tener implicaciones mucho más profundas y duraderas en el tiempo.

¿Puede el ejercicio no solo complementar, sino también potenciar los efectos de los tratamientos farmacológicos? ¿Es el peso la variable central en la mejora de la salud de las personas con obesidad? Estas preguntas, que consideramos esenciales al abordar un cambio duradero y significativo en la vida de los pacientes, nos han llevado a un proceso de reflexión e investigación que culminó con la reciente publicación del artículo titulado “Metabolic Alliance: Pharmacotherapy and Exercise Management of Obesity” en la prestigiosa revista Nature Reviews Endocrinology.1 Este artículo, que tuve el honor de escribir junto al Dr. Jonatan R. Ruiz, destaca la sinergia entre el ejercicio y los medicamentos basados en incretinas como una estrategia que puede ser revolucionaria para el manejo de la obesidad.

Seguramente hayas escuchado hablar de los nuevos fármacos para la obesidad. La gran revolución de los agonistas del receptor del péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1), como el semaglutide, y los co-agonistas del receptor de péptido insulinotrópico dependiente de glucosa (GIP) y GLP-1, como el tirzepatide, ha llegado. Estos fármacos han  demostrado ser muy efectivos en la pérdida del peso corporal, como demuestran los estudios del STEP y PIONEER para el semaglutide llegando a perder un 16% del peso,2,3 y SURPASS y SURMOUNT para el tirzepatide disminuyendo hasta un 22.5% del peso,4,5 haciéndose un gran eco en la prensa mundial. Pero ¿realmente sirven exclusivamente para perder peso? 

Figura 1. Cambio en el peso corporal con (A, B) semaglutide y (B) tirzepatide. 

Estos fármacos imitan la acción de las hormonas incretinas endógenas, modulando, entre otras cosas, el apetito y la ingesta de energía. Sin embargo, desde hace años sabemos que la obesidad es una condición compleja y multifactorial que requiere un enfoque avanzado y personalizado para lograr una pérdida de peso sostenida a lo largo del tiempo. En 2022, Wilding y colaboradores observaron que la interrupción del tratamiento con agonistas del receptor GLP-1 podría llevar a una recuperación parcial del peso en personas con obesidad (Figura 2).6 Esto resaltaba la necesidad de buscar estrategias complementarias que pudieran sostener los beneficios a largo plazo de estos fármacos.

Figura 2. Cambio en el peso corporal durante las 68 semanas de estudio y las semanas posteriores, en las que el grupo que tomó semaglutide dejó de usar el medicamento. Figura adaptada de Wilding et al. Diabetes Obes Metab. 2022.

Con toda esta información, comenzamos a estudiar el tema y encontramos varios trabajos en la literatura científica que combinaban farmacología (liraglutida) y ejercicio, mejorando el metabolismo de la glucosa, el glucagón y la función de las células β pancreáticas, incluso en la mejora de la inflamación a nivel sistémico.7,8 Las respuestas a nuestras preguntas se contestaban por separado, pero al analizar los datos, observamos que el ejercicio bien planificado y los nuevos fármacos formaban una alianza metabólica efectiva. Solo era necesario organizar toda la información y presentarla de manera clara, destacando cada idea y acción por separado. Sobre todo, quisimos hacer un llamamiento a la comunidad científica para explorar estos prometedores enfoques en la gestión de la obesidad sin que se olvide que prescribir el ejercicio es clave en la salud de la población.

Figura 3. Beneficios de la farmacoterapia y el ejercicio en la obesidad y el metabolismo humano. El rojo indica los beneficios ejercidos por la farmacoterapia, mientras que el azul denota los beneficios del ejercicio. Esta figura destaca el enfoque holístico de integrar la farmacología para la obesidad con el ejercicio para mejorar sinérgicamente la salud metabólica y el tratamiento de la obesidad. Figura adaptada de Butragueño, J. & Ruiz, J. R. 2024.

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Una de las mejoras más significativas, además de reducir el peso corporal, es que los agonistas del receptor GLP-1 han demostrado reducir el riesgo de infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y muerte por enfermedades cardiovasculares. Por ejemplo, en estudios con más de 17.000 pacientes con obesidad y alto riesgo cardiovascular, el tratamiento con 2.4 mg de semaglutide durante una media de 33 meses redujo el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular, infarto de miocardio o accidente cerebrovascular en un 20% en comparación con el placebo.9

En este contexto, el ejercicio físico se presenta como un aliado vital. Así lo demuestran sus beneficios: reducción de la adiposidad, mejora la capacidad aeróbica, la salud vascular y la función endotelial, contribuyendo a mejorar la salud cardiovascular y al mantenimiento de la pérdida de peso a largo plazo. Realizando ejercicio también se pueden lograr adaptaciones tisulares, reduciendo la resistencia arterial, aumentando la densidad capilar y mejorando la distribución del flujo sanguíneo, lo que a su vez mejora la función de los sistemas cardíaco, pulmonar y muscular.10

Reflexión final

En resumen, la combinación de los nuevos tratamientos farmacológicos basados en incretinas, junto a una prescripción de ejercicio individualizada, podría potenciar los efectos metabólicos, pero son necesarios más estudios de investigación reafirmando esta hipótesis. Por ese motivo, concluimos el artículo con una petición a la comunidad científica y médica:

«Ahora es el momento oportuno para que las sociedades médicas y grupos sanitarios aboguen por la inclusión del ejercicio como terapia complementaria al tratamiento farmacológico de la obesidad en los centros sanitarios. Las pruebas sobre los beneficios metabólicos de ambos tratamientos hacen necesario tener en cuenta esta alianza metabólica en el tratamiento de la obesidad«.

Este artículo es una llamada a la acción, destacando la importancia de explorar y aprovechar al máximo los beneficios potenciales de combinar los beneficios de la farmacología y el ejercicio físico. Esta unión de fuerzas es crucial para lograr un manejo de la obesidad cada vez más efectiva y sostenible.


Referencias:

1.            Butragueño, J. & Ruiz, J. R. Metabolic alliance: pharmacotherapy and exercise management of obesity. Nature Reviews Endocrinology 2024 1–2 (2024) doi:10.1038/s41574-024-01006-7.

2.            Wilding, J. P. H. et al. Once-Weekly Semaglutide in Adults with Overweight or Obesity. New England Journal of Medicine 384, 989–1002 (2021).

3.            Rodbard, H. W., Dougherty, T. & Taddei-Allen, P. Efficacy of oral semaglutide: overview of the PIONEER clinical trial program and implications for managed care. Am J Manag Care 26, S335–S343 (2020).

4.            Jastreboff, A. M. et al. Tirzepatide Once Weekly for the Treatment of Obesity. New England Journal of Medicine 387, 205–216 (2022).

5.            Wadden, T. A. et al. Tirzepatide after intensive lifestyle intervention in adults with overweight or obesity: the SURMOUNT-3 phase 3 trial. Nat Med (2023) doi:10.1038/s41591-023-02597-w.

6.            Wilding, J. P. H. et al. Weight regain and cardiometabolic effects after withdrawal of semaglutide: The STEP 1 trial extension. Diabetes Obes Metab 24, 1553–1564 (2022).

7.            Lundgren, J. R. et al. Healthy Weight Loss Maintenance with Exercise, Liraglutide, or Both Combined. New England Journal of Medicine 384, 1719–1730 (2021).

8.            Jensen, S. B. K. et al. Weight loss maintenance with exercise and liraglutide improves glucose tolerance, glucagon response, and beta cell function. Obesity 31, 977–989 (2023).

9.            Ryan, D. H. et al. Semaglutide Effects on Cardiovascular Outcomes in People With Overweight or Obesity (SELECT) rationale and design. Am Heart J 229, 61–69 (2020).

10.         Ashcroft, S. P., Stocks, B., Egan, B. & Zierath, J. R. Exercise induces tissue-specific adaptations to enhance cardiometabolic health. Cell Metab (2024).

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