El actual récord del mundo de maratón es de 2:02:57, marca que hizo el keniata Dennis Kimetto en Berlín. Este récord es 17 minutos menor que el registrado en la década de los 50. Exceptuando los tiempos de los 70, los récords han bajado entre 1-5 minutos por década desde 1960 cuando los africanos entraron en la competición internacional. Las mejoras vistas desde 1980 se han visto favorecidas por el incremento de los premios económicos y por la posibilidad de ganarse la vida con el running.La figura 1 muestra las marcas históricas de la maratón y la proyección que se hace en base a los tiempos registrados desde 1960, la cual predice que se bajará de las dos horas en 12-13 años, asumiendo una reducción de 20 segundos por año. Si se tienen en cuenta los tiempos registrados desde 1980 se marca la brecha de las 2 horas en 25 años, a razón de 10 segundos por año.
Figura 1. Progresión de los tiempos de maratón desde 1920 [1].
Los determinantes fisiológicos que determinan el rendimiento son el VO2max, el umbral del lactato y la economía de carrera. Los maratonianos de la élite tienen valores cercanos a 70-85 ml/kg/min de consumo de oxígeno. Estos atletas pueden mantener velocidades cercanas al 85-90% del VO2max durante una hora. Sin embargo, encontrar valores extraordinarios de consumo de oxígeno y de economía de carrera en la misma persona es muy extraño. Los atletas del este de África no tienen particularmente valores excepcionales de VO2max o de umbral de lactato, pero sí presentan una excelente economía de carrera. El clásico estudio de Pollock [2] muestra como los corredores de élite de maratón tienen menores valores de VO2max y mejores datos de economía de carrera que los atletas de distancias más cortas. Sobre estos datos, aquel que rompa la barrera de las 2 horas tendrá una excepcional economía de carrera, la cual proporciona dos importantes ventajas fisiológicas. Primero, el gasto energético será menor y la depleción de glucógeno se retrasará. En segundo lugar, la producción de calor será también menor, reduciendo el estrés térmico.
¿Y cómo será el que baje de las 2 horas en la maratón?
41 de los 50 hombres que han corrido más rápido una maratón son keniatas o etíopes. De los 30 corredores que han corrido los 10.000 en menos de 27 minutos tenían una estatura media de 170 cm y un peso de 56 kg, lo que muestra que una favorable relación peso- área de superficie corporal puede tener un efecto en la disminución del estrés metabólico durante ejercicio intenso prolongado.
Además, la mayoría de estos atletas han estado expuestos a altitud y han hecho mucha actividad física desde temprana edad, lo que puede provocar adaptaciones pulmonares que reducen la incidencia de la desaturación arterial de oxígeno en ejercicio de muy alta intensidad.
Estas cuestiones son de difícil estudio, ya que son pequeñas diferencias las que determinan el éxito o el fracaso. El ser humano es una máquina casi perfecta cuyo límite es difícil de predecir. Las 2 horas es un reto extraordinario que seguro en un futuro es derribado, dejando de nuevo constancia de que hay pocas cosas imposibles si se trabaja con un objetivo desde la humildad, la abnegación y la perseverancia. Y la genética.