Aunque existen múltiples factores y mecanismos que pueden producir la tan temida fatiga, clásicamente esta se clasifica como fatiga central y fatiga periférica. En el primero de los casos, estaríamos hablando de cuando los mecanismos que la producen se dan principalmente a nivel del sistema nervioso central, mientras que en el caso de la fatiga periférica, estaríamos poniendo el foco principalmente en el músculo. Esto, sumado al hecho de que la fatiga es dependiente de la tarea, hace imprescindible estudiar los mecanismos que la producen en cualquier tipo de ejercicio de manera específica. Por ejemplo, los mecanismos que producían la fatiga en ejercicios tan extendidos como el test incremental hasta el agotamiento hasta hace poco eran desconocidos, y su estudio ha abierto una nueva posibilidad a tener en cuenta tanto en la investigación mecanicista como en su posible aplicación al rendimiento deportivo. El concepto de “reserva funcional” es sin duda una variable que recibirá una gran atención en los próximos años.